
¿Qué es el maskné?

El término “maskné” es una combinación de las palabras “mascarilla” y “acné”, utilizado para describir la aparición de brotes de acné en las áreas del rostro cubiertas por la mascarilla.
Este fenómeno ha sido especialmente común durante la pandemia de COVID-19 debido al uso prolongado de mascarillas.
¿Por qué me salen granos con la mascarilla?
El uso continuo de mascarillas crea un ambiente cálido y húmedo alrededor de la piel, lo que puede provocar:
- Obstrucción de los poros: La acumulación de sudor, sebo y células muertas puede bloquear los poros, fomentando la aparición de granos.
- Fricción constante: El roce de la mascarilla contra la piel puede causar irritación e inflamación, contribuyendo al desarrollo de lesiones acneicas.
- Desequilibrio del microbioma cutáneo: La alteración de las bacterias naturales de la piel puede favorecer el crecimiento de microorganismos que desencadenan el acné.
Cómo combatir el maskné
Para tratar eficazmente el maskné, se recomiendan las siguientes medidas:
- Higiene facial adecuada: Lava tu rostro con un limpiador suave antes y después de usar la mascarilla para eliminar impurezas y reducir la acumulación de sebo.
- Hidratación: Aplica una crema hidratante no comedogénica para mantener la barrera cutánea saludable y prevenir la sequedad.
- Uso de productos específicos: Incorpora tratamientos tópicos con ingredientes como ácido salicílico o niacinamida para controlar el exceso de grasa y reducir la inflamación.
- Selección de mascarillas adecuadas: Opta por mascarillas de materiales transpirables y cámbialas regularmente para minimizar la acumulación de humedad y bacterias.
- Evitar el maquillaje pesado: Reducir el uso de cosméticos bajo la mascarilla puede disminuir la obstrucción de los poros y la irritación.
5 consejos para prevenir el maskné
- Limpieza constante: Lava tu rostro dos veces al día con productos suaves para mantener la piel libre de impurezas.
- Hidratación adecuada: Utiliza cremas hidratantes ligeras que no obstruyan los poros y ayuden a mantener la elasticidad de la piel.
- Mascarillas limpias: Si usas mascarillas reutilizables, lávalas después de cada uso; si son desechables, cámbialas con frecuencia.
- Evitar tocar el rostro: Minimiza el contacto de las manos con la cara para prevenir la transferencia de bacterias.
- Consultar a un dermatólogo: Si el maskné persiste, busca asesoramiento profesional para recibir un tratamiento adecuado.
¿Quién tiene más riesgo de padecer maskné?
Personas con piel grasa o propensa al acné, trabajadores de la salud que usan mascarillas por períodos prolongados y aquellos que no mantienen una higiene facial adecuada son más susceptibles al desarrollo de maskné.
Implementando estas prácticas, es posible minimizar su aparición y mantener una piel saludable incluso con el uso continuo de mascarillas.