
Ashwagandha: propiedades y beneficios

La ashwagandha (Withania somnifera), también conocida como ginseng indio, es una planta medicinal utilizada en la medicina ayurvédica desde hace siglos.
Es reconocida por sus propiedades adaptógenas, lo que significa que ayuda al organismo a adaptarse al estrés y a equilibrar sus funciones.
¿Qué es la ashwagandha?
La ashwagandha es un arbusto perenne originario de Asia, África y Europa. Sus raíces y bayas se emplean en la medicina tradicional para tratar diversas afecciones. Contiene compuestos bioactivos como withanólidos, alcaloides y saponinas, que le confieren sus múltiples propiedades terapéuticas.
¿Para qué sirve la ashwagandha?
La ashwagandha ofrece una amplia gama de beneficios para la salud:
- Reducción del estrés y la ansiedad: Sus propiedades adaptógenas ayudan a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, promoviendo una sensación de calma y bienestar.
- Mejora de la calidad del sueño: Favorece un sueño más profundo y reparador, siendo útil en casos de insomnio o trastornos del sueño.
- Aumento de la energía y vitalidad: Contribuye a combatir la fatiga y mejora el rendimiento físico y mental.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: Estimula las defensas naturales del cuerpo, aumentando la resistencia a enfermedades.
- Propiedades antiinflamatorias y antioxidantes: Ayuda a reducir la inflamación y protege las células del daño oxidativo.
¿Por qué es buena para dormir?
La ashwagandha es beneficiosa para mejorar la calidad del sueño debido a sus efectos calmantes y ansiolíticos. Al reducir los niveles de estrés y ansiedad, facilita la relajación necesaria para conciliar el sueño.
Además, influye en la regulación de neurotransmisores como el GABA, que desempeña un papel crucial en la inducción del sueño.
¿Cómo y cuándo tomar ashwagandha?
La ashwagandha está disponible en diversas presentaciones, como cápsulas, polvos y extractos líquidos. La dosis recomendada varía según la forma de presentación y las necesidades individuales, pero generalmente oscila entre 300 y 500 mg de extracto estandarizado al día.
Para mejorar el sueño, se sugiere tomar la ashwagandha por la noche, aproximadamente una hora antes de acostarse.
Es importante comenzar con dosis bajas y ajustarlas según la tolerancia y los efectos observados. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de iniciar su consumo, especialmente si se están tomando otros medicamentos o se padecen condiciones médicas preexistentes.
En resumen, es una planta con múltiples propiedades beneficiosas para la salud, destacando su capacidad para reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño y fortalecer el sistema inmunológico. Su uso debe ser supervisado por un profesional para garantizar su seguridad y eficacia.